El día que faltó la pegada [0-0]

Jugando medio bien o medio mal (las más de las veces), siempre llegaba alguien a tiempo para salvar el partido. Un disparo lejano, una jugada individual, una pared o un rebote, pero el Madrid siempre marcaba uno o varios. La pegada llamábamos a eso. Pues la dichosa dama decidió no acudir a su cita de Gijón y los blancos se dejaron dos puntos, ya veremos cómo de importantes.

El Sporting salió con la motivación de jugar contra un grande, en su estadio y con una lluvia épica. Jugaba por las bandas, que es como me enseñaron a mí el fútbol, y creaba peligro. Pepe siempre estaba en su sitio y, si no, lo estaba Casillas.

Como también lo estuvo el portero local, Juan Pablo, que habrá recibido felicitaciones de toda la ciudad por su gran partido. Estuvo siempre seguro, pero excepcional en dos ocasiones. La primera a Kaká, con una gran estirada. La segunda a Granero, en lo que fue la mejor oportunidad del partido y la mejor combinación del Madrid en el último mes. Fue un ataque por la banda, por donde no quiere jugar Pellegrini.

Juan Pablo le sacó a Granero la ocasión más clara

Aparte de la ocasión de Kaká, en la primera mitad,  el Madrid sólo se acercó con un rechace de Raúl en un barullo en un córner. En la segunda, el Sporting se quedó sin pilas y el Madrid tenía la obligación del asedio. No fue espectacular, pero sí metió a los de Preciado en su campo. Guti entró por Drenthe, desapercibido el holandés, y después se lesionó Xabi Alonso. Otro más.

El Madrid acabó atacando, pero no intimidando. El miedo sportinguista se debía a que estaba frente a un grande y siempre hay que tener cuidado con ellos. Pero no temieron perder el punto que ya tenían encarrilado. Un punto que para ellos significa casi una victoria y para el Madrid un segundo patinazo en la misma semana. Pellegrini empieza a entender la verdadera presión de entrenar a un grande.

Aun así, acabó contento el técnico chileno. «Hubo circulación de balón y firmeza defensiva, sólo faltó el gol», dijo en rueda de prensa. Pues eso es lo importante, el gol. En el Madrid se exige jugar bien, pero antes de eso, ganar. Y no se puede estar satisfecho con un empate en Gijón. Empiezo a pensar que la ambición depresiva de Pellegrini no se parece en nada a la del Madrid.

Resumen del Sporting 0-0 Real Madrid

Otra exhibición de pegada [3-0]

Seis minutos, los que van del 58 al 64, le bastaron al Real Madrid para llevarse la victoria frente al Olympique de Marsella. La delantera formada por Kaká, Benzema y Cristiano Ronaldo (por primera vez sin Raúl en el Bernabéu) volvió a exhibir la pegada que le está caracterizando en estos primeros partidos de la temporada.

El portugués marcó el primer tanto tras aprovechar un gran pase largo de Pepe, provocó un penalti para que Kaká firmara el segundo y remató una elaborada jugada para sentenciar el partido. Luego se retiró lesionado por un golpe en el tobillo, pero los tres puntos ya estaban asegurados. El Madrid es líder de su grupo tras la derrota del Milán en casa frente al Zurich.

El Madrid exhibió su pegada con tres goles en seis minutos

La primera parte volvió a ser lamentable. Poco juego, poco dominio y pocas ocasiones de gol para los blancos. El primer disparo a puerta llegó en el minuto 32, con un tiro de Cristiano Ronaldo desde más de 30 metros. En la portería contraria, Casillas tuvo que sacar tres manos para evitar los pitos, aunque la grada se desesperó en algunos momentos de la primera mitad.

Al borde del descanso, Benzema tuvo dos claras ocasiones de adelantar al Madrid, pero habría que esperar a la reanudación para ver goles. El Marsella empezó a irse hacia atrás y los blancos apretaron un poco el acelerador. Ese poquito le bastó para ponerse por delante en el marcador y sentenciar el partido en apenas seis minutos.

Pepe se inventó un pase largo a la espalda de la defensa y Cristiano Ronaldo lo aprovechó a la perfección. El portero francés Mandanda la esperaba por arriba, pero el portugués definió sensacionalmente por bajo. Tres minutos después, Cristiano se coló en el área por la izquierda y Diawara lo barrió del campo. El central senegalés vio la segunda amarilla por esa entrada y dejó a su equipo con diez.

Kaká transformó el penalti con elegancia y el Bernabéu protagonizó dos ovaciones seguidas. Una por el gol del brasileño y otra para Fernando Morientes. El ex madridista, muy querido por la afición blanca, fue sustituido por Brandao. Pero el huracán no había acabado. Faltaba el tercero, obra de Cristiano. Guti, Benzema, Ramos, Kaká, otra vez para Benzema y el francés le regala el gol a Ronaldo.

Sin lugar a dudas, fue la mejor jugada colectiva del Madrid de Pellegrini. La victoria estaba asegurada ya y el técnico blanco dio descanso a Cristiano, que acabó con hielo en el tobillo, y a Kaká. En los minutos que quedaban, Higuaín tuvo tres claras ocasiones, pero parece que el argentino sólo está fino de cara a puerta cuando llega la primavera.

De momento, sus goles no están haciendo falta porque Cristiano, Kaká y Benzema van sumando cada partido. En éste, la pegada volvió a ser determinante, pero el buen juego se quedó sin aparecer. Sobre todo en la primera parte. Y eso ya empieza a ser peligrosamente sistemático.